
Dios eligió lo necio del mundo para avergonzar a los sabios; escogió lo vil y menospreciado, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie pueda jactarse en su presencia (1 Corintios 1:18-31).
Aun en medio de multitudes
Tus ojos decidieron mirar al débil y al rechazado
Por ellos tu reino viniste a dar
Esta gracia nos recuerda que nuestros esfuerzos son ineficaces para merecer su amor, su salvación, sus bendiciones. Cuando Jesús dijo ‘Tetelestai', dijo también: “Todo hecho está, es mi esfuerzo, es mi obra” (Apocalipsis 21:6).
Tu corona de gloria cambiaste por una corona de espinas
A la cruz, fiel te entregaste, para darme la gracia que no merecía
No hay nada más que hacer, solo creer en Jesús y recibir por gracia su reino (Mateo 5:1-12), descansando en su obra completa y terminada.
Para el hambriento y el que está sediento
Para los que buscan, tu reino aquí está
