
Gracias a la obra completa de la cruz, podemos entrar con audacia y confianza al trono de la gracia de nuestro Dios (Hebreos 4:16). Jesús es el camino y la reconciliación. Es por su muerte que se rompió el velo que nos separaba de Dios (Mateo 27:50-54) y es por su vida rendida y su victoria sobre la muerte que hoy podemos tener una vida eterna y plena junto a él.
Corro al trono de tu gracia
Rindo todo lo que soy…
Aquí estoy
Respondo a tu invitación
Con todo de ti
Renueva todo en mí
Absolutamente todo comenzó en Jesús y encuentra su propósito en él. Por medio de Cristo, Dios reconcilió consigo todas las cosas, haciendo la paz con todo lo que existe en el cielo y la tierra por medio de la sangre de su cruz (Colosenses 1:15-20).
En ti todo encuentra su lugar
Lo roto de este mundo, tú puedes restaurar
En ti hay completa saciedad
Por la obra de la cruz, hoy puedo descansar
Todo hecho está
Cuando Jesús dijo ‘Tetelestai’, dijo también: Todo está hecho para que puedas entrar a mi presencia con confianza, todo está hecho para que yo sea tu suficiencia, porque en mí, solo en mí, eres completo.
